Categorías

lunes, 2 de septiembre de 2013

Atrapaos en la tormenta

El desfase horario propio del verano me hace contar un domingo lo que me pasó el miércoles. Si bien es verdad que lo que me pasó el miércoles es propio de un sábado. Teniendo en cuenta que todas las excusas lecturas que tendrá esta historia serán un lunes, la paradoja del descuadre horario en el que vivo se acentúa y septiembre se estrella ante mis párpados. Se está acabando eso de vivir entre el balón de fútbol, el alcohol y el frenadol. O no.

viernes, 16 de agosto de 2013

Extracto de "Por quién doblan las campanas"

Conversación entre un joven extranjero y un anciano español, luchadores por la República en la Guerra Civil, extraída del libro 'Por quién doblan las campanas', de Hemingway:

"-Y vamos a ganar
- Tenemos que ganar
- Sí, y cuando hayamos ganado, tiene usted que venir conmigo de caza
-¿Qué clase de caza?
- Osos, ciervos, jabalíes.
- ¿Le gusta cazar?
- Si, hombre, me gusta más que nada. Todos cazamos en mi pueblo. ¿No le gusta a usted la caza?
- No. No me gusta matar animales.
- A mí me pasa lo contrario: no me gusta matar hombres.

- A nadie le gusta, salvo a los que están mal de la cabeza: pero no tengo nada en contra cuando es necesario. Cuando es por la causa.

martes, 11 de junio de 2013

Un periolisto en Vila-real

Esta vez mi historia en Vila-real no empezó el  sábado. Veo muy feo reducir la experiencia a solo un día. Esta historia empezó, si me apuran, el domingo anterior. El Almería venía de ganar en casa al Girona con un gol de Charles en los últimos minutos. Yo tenía examen al día siguiente. Pero eso no me impediría ver el partido acompañado de mi kalimotxo, elaborado con productos comprados en el Eroski. Porque -aunque alguna vez me han dicho que recién pelao parezco de ETA- yo no soy de Euskadi, pero casi. 

Como iba diciendo, el Almería ganó 2-1. Lo que significaba la final de Villarreal: ir a ganar, etc, etc. Entonces recién acabado el partido se me pasó por mi cabeza de dimensiones considerables (supongo que por mi gran cerebro) que ¿por qué no viajar a Vila-real?  En una hora ya había confirmado mi presencia. Aproveché la euforia del momento para hacerlo, porque sabía que si esperaba al día siguiente quizá mi decisión no hubiese sido la misma. Quizá hubiesen pesado más los 1.500 km que las ganas de ver a tu equipo ascender. De hecho, estuve a punto de echarme atrás. Entonces un amigo apareció para decirme "¿cómo no vas a ir? Si no vas y asciende te vas a arrepentir toda tu vida."  Y yo ya me arrepiento de no haber hecho bastantes cosas en mi vida. Ver al Almería ascender ante el Villarreal no iba a ser una de ellas.

viernes, 17 de mayo de 2013

El "Viva España" más antifascista

En ciertas ocasiones no todo es lo que parece. Si bien nunca conquistamos la patria, nuestros antepasados consiguieron que, con la II República y su resistencia, el "Viva España" se convirtiese en un grito de esperanza, reivindicación y adoración a unos héroes que, en la mayoría de ocasiones, se dejaron su vida luchando contra el fascismo.

Luego llegó la dictadura franquista. Quemó nuestra bandera, nos humilló hasta la muerte y nos envío directos a una zona bien apartada de la realidad llamada olvido. Se apoderaron de la patria. Ningún español podía estar orgulloso de ser de España, aquel conjunto de pueblos y naciones. Conjunto de trabajadores de las minas, los campos o las rías. Sin embargo, mientras tanto, ahí fuera aún había algún valiente luchador que era vitoreado al coro de "viva España".  

Saturnino Navazo Tapias era un humilde jugador de fútbol del Deportivo Nacional, de 2ª División, tercer equipo de la comunidad madrileña tras Madrid y Atlético. Su historia se recoge en el reportaje "Fútbol en el infierno" de Informe Robinson. La sublevación del 18 de julio le cambió la vida. Saturnino se unió al ejército republicano para luchar por la libertad y la democracia ante el ataque fascista.

jueves, 7 de marzo de 2013

Hugo Chávez, nunca muerto

"A quienes desean mi muerte, les deseo vida. Así verán cómo la Revolución Bolivariana continúa avanzando victoria tras victoria."  Hugo Chávez.

El pasado 5 de marzo dejó este mundo uno de los políticos más humanos que ha conocido el planeta. En plena era de tecnócratas y neoliberales vestidos de traje y corbata se erigió un hombre cercano, en chándal, con un sueño: acabar con las desigualdades de su patria que es Sudamérica. Admirado en la gran patria, temido fuera, Chávez tuvo que luchar contra sus rivales políticos y contra los grandes lobbies de presión que representan los grandes medios de comunicación y que crearon una imagen de dictador sanguinario en el imaginario colectivo de la población del hemisferio norte.