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jueves, 29 de noviembre de 2012

Cristiano Lucarelli, antes persona que estrella

El pasado agosto se retiró con 36 años uno de esos futbolistas que marcan época. Un símbolo de dignidad, lucha y constancia. Cristiano Lucarelli dijo adiós a su carrera tras un último año en el Nápoles en el que las lesiones no le dejaron seguir marcando goles. Su historia es peculiar. Como veréis, el italiano vivía muy lejos del ego arrogante de las grandes estrellas del fútbol. Las estrellas están demasiado lejos de su realidad.

Livorno fue la ciudad que vio nacer a Lucarelli un octubre de 1975. En esa misma ciudad, fue fundado en 1921 el Partido Comunista Italiano de la mano de Gramsci. Cristiano Lucarelli vivió marcado por la ideología comunista; algo que nunca taparía, orgulloso de su condición de clase. Comunista confeso, desde pequeño fue seguidor del club de su vida, el Livorno. Dice mucho de él su gran aprecio a un club cuyos mayores logros son dos subcampeonatos de Italia (en 1920 y 1943), una copa de Italia de la Serie C (en 1986) y la clasificación para disputar la UEFA en 2005. Y aún así Cristiano amaba a este conjunto, era Su equipo.
Desde chico veía aquellos partidos en que la afición del Livorno, siempre de izquierdas, no paraba de animar y luchar desde las gradas. Mientras los presenciaba, el joven Cristiano no ansiaba marcar un gol que le diese la Champions al Milan o a la Juve; ni si quiera uno que le diera el Mundial a Italia. Su sueño era mucho más humilde: conseguir el tanto que permitiese al Livorno ascender a 1ª División. 

No todo fue un camino de rosas. De hecho, tuvo que marcharse fuera de su ciudad natal para hacerse un nombre. Su debut profesional llegaría en 1992 con el Cuoipelli en la Serie D. El año siguiente se marchó al Pescara, de la Serie C. Dos años más tarde llegaría al Cosenza, en la Serie B, con el que anotó 15 tantos. De ahí pasaría al Padova, donde hizo 14. Entonces por fin un club de la Serie A se fijó en el joven Cristiano. El Atalanta se hizo con sus servicios y en 1997, con 22 años, Lucarelli debutó en la máxima categoría italiana. No fue fácil. Siempre tuvo que luchar. Pasó por todos los escalones del fútbol hasta llegar a la élite.

En ese mismo año llegaría un duro revés para la carrera del futbolista de Livorno. El italiano ya había sido convocado en varias ocasiones con la selección absoluta sub-21, habiendo anotado una decena de goles en 10 partidos. Sin embargo, un gol que anotó ante Moldavia fue tremendamente especial. Cristiano, tras anotar un gran tanto, enseñaba al mundo la camiseta del Ché Guevara que escondía bajo la "azurra". La televisión captó el momento. Y eso fue algo que no gustó a los dirigentes de la federación italiana. A partir de entonces (hasta 2005), el joven futbolista fue extrañamente apartado -no oficialmente- de la selección italiana. Este fue el polémico momento:


Tras el incidente Lucarelli llegó a España, al Valencia, donde apenas tuvo oportunidades. Por esto el italiano volvería a su país natal, con el premio de una Copa del Rey entre sus brazos. En Lecce y Torino cuajó grandes temporadas en la Serie A, a Lucarelli no se le había olvidado hacer goles. Era 2003 ya cuando varios equipos de primer nivel se interesaron por sus servicios. Su sueldo rondaría el millón de euros. 

Pero el joven Lucarelli tenía un sueño: jugar con el Livorno. Por aquel entonces el conjunto livornés acababa de ascender desde la Serie C a la Serie B, y no podía pagarle más de un par de cientos de miles de euros al jugador italiano -menos de la mitad que ofrecían otros-. Sin embargo, Lucarelli lo tenía claro. Sus ideas pudieron más que los millones. La persona le había ganado la partida a la estrella. La televisión, el dinero y la fama lo dejaba para los mediocres.

Así, Lucarelli llegó al club de sus amores. Se puso a la espalda el dorsal 99, año de fundación de las Brigadas Autónomas Livonesas (ultras comunistas del Livorno). En esa temporada en la Serie B consiguió hacer 29 tantos en 43 encuentros. El Livorno consumó el ascenso a la Serie A el mismo día que Cristiano hizo el gol 25. El sueño estaba cumplido. El Torino se interesó de nuevo por él con una oferta de sueldo multimillonaria -se habla de mil millones de liras-. Pero el dinero ya no importaba. 

Aún faltaría por llegar lo mejor en el Livorno, que volvía a primera tras 55 años. Ese año Lucarelli fue el máximo goleador de la Serie A con 25 tantos. Además volvió a la selección italiana. La siguiente temporada hizo 19 tantos, que valieron a su equipo para clasificarse para disputar la UEFA en 2006. Una UEFA en la que el equipo logró incluso pasar la fase de grupos. El tiempo le había puesto en su lugar entre los grandes. 

Finalmente en 2007 dio finalizada su gran primera etapa en el Livorno. Hasta la salida fue honorable y digna, como la persona. Antes de irse prometió donar una parte de su sueldo (equivalente a 2 millones) en un diario local de la ciudad para crear nuevos empleos. Siempre con los suyos, como no.

Tras esto Lucarelli se marchó al Shakhtar Donetsk, con el que jugaría la Champions anotando 3 goles. Para finalizar su carrera volvió a Italia. Parma, Livorno (en su segunda etapa, ya en recesión) y Nápoles fueron los últimos clubs que tuvieron el placer de disfrutar de uno de los jugadores más nobles que ha conocido el panorama futbolístico. Ya no veremos más a Cristiano Lucarelli dentro de las canchas. Seguro que fuera sí. En las gradas o en la calle. Luchando, como el sabe. Como logró ser ídolo. Un ídolo de carne y hueso.



Fuentes
Webs:
Historias del Calcio: http://historiasdelcalcio.wordpress.com/2004/12/13/el-sueno-de-un-nino-de-livorno/
Futbolistas de Izquierdas: http://futbolistasdeizquierdas.wordpress.com/2012/08/13/lucarelli-y-livorno-amor-a-la-italiana/
Tercera información: http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article37413
Wikipedia: http://es.wikipedia.org/wiki/Cristiano_Lucarelli

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