Un 14-N en Almería

"Me declaro intolerante con la insolidaridad"

Javier Salvador López

Cómo le he explicado alguna que otra vez a Pablo Cañadas: en mi blog mando yo. Y si quiero empezar una entrada con una cita mía, pues lo hago. Pero bueno, ya le dedicaremos un análisis a esa frase, hoy toca otra cosa. Os voy a contar cómo viví la huelga del 14-N en Almería.

Mi día comenzó despertándome a las 7 yendo al final del Paseo, donde me esperaba mi padre con su piquete. Tras unos minutos cortando la rambla gracias al piquete del Puerto -uno de los más activos en esta Huelga General, con algún que otro episodio gracioso y curioso con las fuerzas de seguridad-.Cogimos dirección al Carrefour. A las 9 ya estábamos allí. Me sentí importante: varios señores de traje nos recibían. Al encuentro tampoco faltaba policía. Dentro: muchos trabajadores. Probablemente coaccionados por su jefe. Con la reforma laboral o pones el culo al patrón o te vas a la calle.

El piquete terrorista

A las 10 se suponía que debería abrir el supermercado. Mentira, desde las 9 alguno que otro insolidario decidió entrar a comprar. A unos pocos convencimos de que no lo hicieran. Era el paso que les faltaba para secundar la huelga de consumo. El piquete cumplía su función a pequeña escala. Algunos, pocos, entraron al Carrefour con carritos, no hubo incidentes. Un policía con alter ego de director de cine o de adicto al porno amateur sacó su cámara y empezó a grabar detenidamente a quienes estábamos allí. Espero ver el vídeo rulando por Youtube dentro de poco. Manipulado si es posible.

Entonces llegó una de las anécdotas de la jornada que voy a contaros: Un hombre mayor, de unos 60 y pico años, salía con la compra hecha. La mujer que tenía al lado le dice: "Señor que es huelga general, hoy no se compra". Y el señor, sacando de su bolsa tres latas de paté pamplonica le contesta: "yo no hago huelga. Vosotros no me defendéis. Mírame ahora como foigrás en vez de cigalas. Todo es una mierda ¡Que tengo que comer foigrás!" El señor era un fascista que llevaba el llavero con la bandera del aguilucho sobresaliendo del bolsillo. Nada que hacer.

A las 10.50 el piquete abandonó el centro comercial. No iban a negociar cierre con el dueño porque en la última huelga les engañaron al no cerrar las 2 horas que tenían pactadas. Yo ya me había ido a las 10 a CCOO para obtener datos de la huelga. De ahí saqué los siguientes datos de seguimiento en Almería: 

- 100% en Saneamiento urbano 

- Solo servicios mínimos en Sanidad 

- 100% en la UAL. No así en los colegios de primaria, en cuyos alrededores se podía escuchar: "Borregos los padres, borregos los hijos".

- Bajada del 11% del consumo eléctrico según lo previsto para el día de Huelga (no tenía datos relativos a un día corriente)

- Cortes de circulación (además de lo que cortamos nosotros, el 15M cortó el Paseo y los del Puerto hiceron lo propio con la carretera del parque Nicolás Salmerón)

- Gran seguimiento en autobuses urbanos y ALSA

- Muchísimo respaldo en el Puerto

- Escaso seguimiento de la Huelga en la Administración pública. Cabe recordar que el CSIF (Sindicato Independiente de Funcionarios) no respaldó la huelga. Una muestra más del valor ético-moral de estos mercenarios. 

Poco después tuve el honor de lanzar ¡EN EXCLUSIVA! el dato de seguimiento general de la Huelga en Almería: 70%. Muchos pequeños comercios abrieron, muchos trabajadores fueron a trabajar. De esto hablaré en otra ocasión. El seguimiento en todo el Estado fue del 77%.

A las 13:00 arrancó la manifestación. Arrancó desde la Puerta Purchena, bajó hasta el final del Paseo y subió hasta el anfiteatro. Mucha gente, muchísima, más de 100 organizaciones habían secundado la huelga. Sobre unas 25.000 según los sindicatos. Allí estábamos todos. Obreros, estudiantes, sindicalistas, políticos, algún que otro hippie con su perro... En fin, la clase trabajadora (exceptuando al perro). Sin duda, una de las mayores manifestaciones que he vivido en mi vida en Almería. Algo así pensaba el policía que le dijo a mi padre que él no había visto nunca nada igual en la ciudad. Os dejo un vídeo para que os hagáis una idea de la cantidad de gente que ha inundado la capital, aunque no se llega a ver la cabecera. Una imagen vale más que mil palabras:

La verdad es que, y lo tengo que decir, los policías con los que tratamos (3 o 4) se comportaron bien en nuestra ciudad. No les voy a invitar a comer a mi casa ni mucho menos. Pero es de destacar el cambio de actitud. Cierto es que no todos eran igual, había otros mucho más serios, pero con los que tratamos fueron, al menos (¡y qué menos pedir!) dialogantes. Todo tiene una causa, o al menos eso a mí me explicaron. El SUP (Sindicato Unificado de Policía), al no haber alcanzado acuerdo con el Gobierno por sus recortes, tenía orden de no provocar ningún tipo de incidentes, simplemente de vigilar que no hubiese problemas.

En otras ciudades no tuvieron tanta suerte. Que se lo digan al chaval de 13 años de Tarragona. O a los compas de Valencia. O a los de Roma. O a los de Lisboa. O a la gente de Neptuno dónde los PIQUETES DE LA PATRONAL están cargando mientras escribo estas líneas.

Probablemente sea una de las jornadas de Huelga en la que el contraste entre huelguistas y manifestantes sea mayor. Lo que se ha visto en la calle ha sido a los trabajadores, a los que no son coaccionados. A quienes tienen claro que van a jodernos. Muchos quizá no conozcan demasiado acerca de la lucha de clases. Pero lo que han practicado hoy es un ejemplo de ello. El objetivo será construir ese ejemplo en práctica habitual. Sin miedo. Hasta otra. Nos vemos en las calles.